Construir una escena rap, alternativa y militante

Artículo redactado por Skalpel de La K-Bine y traducido por RASH Zamora.

Asumimos y pretendemos utilizar el rap como un instrumento para difundir nuestras ideas, nuestras convicciones profundas y nuestras aspiraciones para luchar por una sociedad distinta.Somos conscientes de que a los ojos de mucha gente el rap no es más que música, e incluso para algunos no merece ser definido así. A pesar de todo, sentimos que el rap es más que eso y creemos que es posible hacer política a través de la creación de obras artisticas comprometidas.

Somos conscientes de que el rap no es la única forma de expresión musical que puede transmitir un sentimiento de revuelta. Sin embargo, al contrario que muchos artistas de otros estilos musicales, los actores y actrices de esta cultura provienen mayoritariamente de los barrios más pobres del estado.
El rap es la música de los barrios populares.

Al afirmar esto, no queremos ocultar nuestro desacuerdo profundo con el discurso mayoritario consensuado y a veces reaccionario que se escucha en el rap. A pesar de todo, no estamos aquí para tirar la piedra contra los raperos y unirnos a aquellos que criminalizan la corriente musical por la que luchamos.
Nuestra manera de hacer música es una crítica constante del movimiento al que pertenecemos y no tenemos ninguna lección moral que recibir. Particularmente por parte de algunos protagonistas de otras corrientes musicales (tan comerciales como el underground), en las que el comportamiento más educado de cara al exterior no basta para esconder la falta de coherencia entre el discurso y los actos.

No nos manda ningún partido u organización política para hacer “intrusismo artístico" en nuestros barrios. No estamos aquí para llevar a cabo la recuperación política. Hablamos de lo que conocemos, y nuestra reflexión deriva de una experiencia de mas de 10 años en el rap independiente y militante. Creemos que tenemos toda la legitimidad para expresarnos sobre el tema.

Nuestro rap es comprometido y militante, pero sigue siendo rap, a pesar de todos los adjetivos que pueden ponerse tras esta palabra. Sin tener vergüenza de ello, no tenemos que asumir la actitud y el discurso de los raperos con los que estamos en desacuerdo político, ideológico o musical. Tenemos una reflexión crítica sobre nuestra escena, pero para avanzar y no renegar de nuestro entorno.

A través de este texto no deseamos enfrentar entre sí los estilos musicales. Revindicamos nuestra pertenencia a la escena rap, pero luchamos por el acercamiento de diferentes escenas. Creemos que lo que genera la unidad es el fondo y no la forma. Lo hemos afirmado en repetidas ocasiones, nos sentimos más cercanos a un punk anarquista que a un rapero “gangsta”. La prueba de ello es que a día de hoy tocamos mucho más con grupos de rock que con grupos de rap. Esto no es en sí un problema, pero pone de relieve nuestro aislamiento. Hay pocos grupos de rap provenientes de barrios que asuman una etiqueta militante (sin tener que definirse forzadamente como nosotros “Rojo y Negro”).

La ausencia de una escena rap alternativa, sólida y coherente es para nosotros la causa principal de la falta de visibilidad de grupos “comprometidos”. Deseamos crear espacios donde los raperos militantes y su público puedan familiarizarse con otras formas de practicar y vivir la música, como por ejemplo la creación de fanzines, la autogestión, el DIY (Do it yourself – Hazlo tú mismo), el precio libre, etc. Un montón de prácticas y conceptos que han desaparecido prácticamente de la escena rap y que sin embargo estaban presentes en sus orígenes.

Es posible hacer rap cultivando la autonomía con respecto a las casas de discos y a las distribuidoras, asi como a las revistas, sitios web y páginas web oficiales.
La preocupación de dar la forma agradable no debe ser una excusa para descuidar el fondo.

¡Discutamos y actuémos!
Construir una escena rap, alternativa y militante, ¿quién es partidario de esta propuesta?



Info extraída de: http://rashzamora.blogspot.com/